No necesitas mover las piernas o brazos para reconocer que estás vivo. Simplemente siente su presencia. Gradualmente, haz lo mismo con otras partes de tu cuerpo.
Las células de tu cuerpo han estado vivas todo el tiempo, mientras estabas leyendo y pensando. Tómate tu Tiempo para darte cuenta de que hay una increíble inteligencia que opera en tu cuerpo y así, en los cuerpos de todos los seres de la creación.
Respira profundamente mientras te das más y más cuenta de esta omnipresencia energética que todo lo impregna. Todo es energía, manifestada en diversas formas y en diferentes estados y frecuencias.
Cierra los ojos e imagina que estás sumergido en un vasto océano de energía.
Permítete ser parte de él...
Respira, estás VIVO !!!
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