Tras redactarlo, según palabras del propio Erasmo, en una semana, éste revisó y desarrolló su trabajo durante una estancia en casa de Tomás Moro, en la propiedad que éste último tenía en Bucklersbury.
Es considerada una de las obras más influyentes de la literatura occidental y uno de los catalizadores de la reforma protestante
Comienza con una loa satírica (un fragmento de virtuosa locura) a la manera del autor griego Luciano de Samósata, cuya obra había sido traducida hacía poco al latín por el propio Erasmo y por Tomás Moro.
Tras esto, el tono se ensombrece con una serie de discursos solemnes, en los que la locura hace un elogio de la ceguera y la demencia y en los que se realiza un examen satírico de las supersticiones y de las prácticas piadosas y corruptas de la Iglesia Católica, así como de la locura de los pedantes (entre los que se incluye el propio Erasmo).
El autor había regresado recientemente de Roma profundamente decepcionado y donde se había lamentado de la evolución que veía en la Curia Romana; poco a poco la locura toma la voz de Erasmo, que lanza una dura reprobación.
El ensayo termina con una sincera y sencilla exposición de los verdaderos ideales cristianos.
Erasmo era un gran amigo de Tomás Moro, con el que compartía, además de su fe cristiana, el gusto por el humor frío y el retruécano intelectual.
El título mismo, en griego, puede ser entendido como un Elogio de Moro. En el texto abundan dobles e incluso triples significados.
El ensayo está también repleto de alusiones clásicas al estilo de los humanistas eruditos del renacimiento.
La locura se presenta como una diosa, hija de ebriedad y de la ignorancia; entre sus compañeros fieles se encuentran Philautia (el narcisismo), Kolakia (la adulación), Leteo (el olvido), Misoponia (la pereza), Hedone (el placer), Anoia (la locura), Tryphe (la irreflexión), Komos (la intemperancia) y Eegretos Hypnos (el sueño profundo).
El Elogio de la locura conoció un enorme éxito popular, para sorpresa de Erasmo y, a veces, para su disgusto.
El Papa León X la encontró divertida. Antes de la muerte de Erasmo ya había sido traducida al francés y al alemán, y pronto le seguiría una edición en inglés.
Una edición de 1511 fue ilustrada con grabados en madera de Hans Holbein, que se han convertido en las ilustraciones más difundidas de la obra.
Influyó en la enseñanza de la retórica durante el siglo XVI, y el arte de la adoxografía (el elogio de cosas sin valor) se convirtió en un ejercicio popular entre los estudiantes isabelinos.[1]
Carta de Erasmo de Roterdam a Tomás Moro
- "Únicamente al público corresponde juzgarme; no obstante, si el amor propio no me ciega en exceso, me parece que al hacer el elogio de la locura no estaba yo loco por completo."
- "Pero yo pregunto: criticar la especie humana sin atacar a nadie en particular ¿es morder? ¿no es más bien educar y aconsejar? Por otra parte ¿no me critico yo mismo en muchos aspectos?"
Habla la locura. Diálogos de Moria
- "Se puede ser todo lo loco que se quiera con tal de reconocerlo."
- "¡Cuánta ingratitud veo en los hombres que son mis más fieles seguidores, cuando se avergüenzan ante el mundo de mi nombre hasta el punto de arrojarlo a la faz del otro como grave ofensa!"
- "Si alguno de ellos desea pasar por sabio, una sonrisa, un aplauso, un movimiento de orejas a manera de asno serán suficientes para hacer creer a los demás que él se halla al tanto de lo que se trata, pese a que en el fondo no entienda cosa alguna."
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Title |
English: Marginal illustration for Erasmus' In praise of Folly'
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Date | 1515 | ||||||||||||||||||||||
Medium | Pen and black ink |
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