En este día, que debiera ser todos los días de la vida de un hombre,
reconozco en ti, que haz estado presente desde el segundo mágico en que giraba en mis sueños, en el universo santo de tu viente.
... En tu corazón, que se dice que no tiene límites conocidos, mi vida se fraguo como un acero templado en la dulzura de tus brazos, primero como madre, luego como mi templo de comunión con la vida.
Reconozco en ti, Mujer, mis sueños más profundos.
Reconozco en Ti, mi propia alma en el nido de tu corazón.
Reconozco en Ti, las lágrimas en el dolor y la angustia
de un corazón que compartió mi desdicha y mi gloria.
Por eso, Mujer, en este día, solo quiero ratificar lo que siento por Ti,
y lo que tu presencia de diosa, me inspira.
Gracias, Mujer, por Amar como solamente tu sabes hacerlo.
Walter Pineda
Oh mi amado, orgullosa toy de ti!
te quierooooooooooo poeta
tu amada
Mané
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