valga la rebundancia

 
Tengo una jaula donde guardo mi lado salvaje, un frasco donde guardo mi propia fragancia, un vientre donde guardo mi parte maternal, un cubito de hielo donde guardo mí frialdad y la embriago con whisky, buenos recuerdos en una valija, notas archivadas donde te confieso mi amor, un parche en el cajón (de recuerdo), estrellas debajo de mi cama, un ramito de ruda en mi almohada, un hombre bueno en una pintura, un ángel en una estatua, la caja de Pandora colmada de esperanza. Tengo música para sordos, colores para ciegos, mil formas de decir “te amo” en las miradas de los mudos, tengo tres monos sabios, las tres marías, tres tristes tigres en un trigal, 20 poemas de amor y una canción desesperada... tengo agua en un cántaro, tierra en mis zapatos, fuego en las cenizas, aire en mis pulmones, sangre en las venas, fríos los pies, calientes las manos... tengo al sol y la luna dándose un beso, eclipsándose escondidos en el armario. Tengo un corazón en una celda, pobre de mi corazón, es inocente. Tengo tanto guardado, que se están presionando para salir… algo pronto va a estallar y podría ocurrir una catástrofe en el ambiente… poseo demás conveniencias guardadas, si quieres te las puedo entregar, pero deberás alquilar unos cuantos lugares con espacio grande, porque uno no te va a alcanzar, pueden ser varios galpones, como esos que hay en los campos… porque entre esas cosas, conservo algo que se llama Amor, y es inmensamente grande! (valga la redundancia)