No temas, hija, reconoce tus limitaciones, imperfecciones y defectos... siempre hay cosas que se ignora, que no es producto de la mala voluntad... Soy... somos imperfectos!
Fue un instante, no más... cuando al respirar profundo su aroma, sentí el valor y la fuerza de ser más valiente para guardar fidelidad al deber que para quebrantarlo...
Exhale lentamente... suavemente y comencé a volar...
Manè
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