Los seres humanos llegaron a la conclusión de que si existía la condicionalidad sería necesario saber cuáles eran las condiciones para disfrutar y crear la vida, así como la vida después de la vida que uno deseara. La conclusión inevitable es que el que sabe cuáles son las condiciones está mucho mejor que el que no lo sabe.
Y la especie humana no tardó en sustituir "estar" por "ser". Así nació la idea de superioridad.
La superioridad tuvo muchos usos. El principal fue proporcionar una justificación indiscutible para hacer todo lo necesario a fin de garantizar que hubiera "suficiente" de todo, incluyendo el amor de Dios. Saber las condiciones daba derecho a no tomar en cuenta a algunos, a intentar convertir a otros o sencillamente a eliminar a las personas que no conocieran o no aceptaran las condiciones.
Por lo tanto, el interés por saber cuáles eran las condiciones de la Vida se convirtió en una cuestión primordial. A esta sabiduría la llamaron ciencia. Y a la sabiduría relacionada con las condiciones de la existencia posterior a la vida la llamaron conciencia. Si uno sabía cuáles eran estas condiciones y las comprendía, se decía que uno tenía una "buena conciencia", o que era "consciente".
Se dijo que la "conciencia elevada" era resultado del estudio serio de lo que denominaron teología, derivado de teo y logos, o sea, la lógica de Dios.
Después de mucho estudio, concluyeron que existían circunstancias en las cuales se podía cumplir el requisito, así como circunstancias en las que era imposible. También existían circunstancias en las que uno era perdonado por no cumplir el requisito.
Estas circunstancias llegaron a conocerse como "las condiciones". Se añadió el "tener" al "hacer". Deben tener suficiente inteligencia para obtener "buenas calificaciones", quedar en el primer lugar de su clase y encontrar un buen empleo. Después podrán tener "éxito".
Deben tener suficiente dinero para comprar "una casa fabulosa" y sentirse "seguros".
Deben tener tiempo suficiente para tomar "vacaciones" y sentirse "descansados, revitalizados y relajados".
Deben tener suficiente poder para determinar "su propio destino" y sentirse" libres".
Deben tener suficiente fe para "encontrar a Dios" y "salvarse".
Así han configurado su mundo. Cuando alguien tiene los elementos adecuados, puede hacer las cosas bien y convertirse en lo que siempre ha deseado.
Lo difícil es hacer todo lo que hay que hacer sin tener los elementos que ustedes piensan que deben tener.
No puedes conseguir un buen trabajo y triunfar, aun teniendo inteligencia, a no ser que pertenezcas al género correcto. No puedes comprar una casa maravillosa, aun contando con el dinero, si no tienes también el color de piel correcto. No puedes encontrar a Dios, aun teniendo fe, a menos que también seas de la religión correcta.
Contar con los elementos correctos no garantiza que puedas obtener todo lo que deseas, pero es una gran ventaja.
Mientras más sabes (o crees que sabes) sobre estas condiciones, más superior te sientes. Como ya te he mencionado antes, la superioridad otorgó (o animó a concederse) la autoridad para hacer lo que consideraran necesario para asegurarse más Vida y más Dios, de los cuales nunca había suficiente.
Por eso debían hacer lo que debían hacer, porque no había suficiente.
Esto es lo que tú te has dicho. Toda tu especie ha aceptado este mantra.
Ustedes son más de uno, de modo que no hay suficiente para todos. ¡No hay suficiente alimento, no hay suficiente dinero, no hay suficiente amor, no hay suficiente Dios.
Deben competir por todo ello. Y si deben competir, deben tener alguna manera de determinar quién gana.
Su respuesta fue la superioridad.
Aquel que sea superior gana y la superioridad se basa en ciertas condiciones.
Algunos trataron de garantizar su triunfo añadiendo arbitrariamente ciertos elementos a las condiciones. Encontraron la manera de declararse triunfadores por anticipado.
Declararon, por ejemplo, que los hombres eran superiores a las mujeres. ¿No salta a la vista?, se preguntaron algunos pensadores. (Por supuesto, esta pregunta la planteaban hombres principalmente.)
De la misma manera, los blancos se declararon superiores.
Luego, los norteamericanos.
Y, desde luego, los cristianos.
¿O fueron los rusos? ¿O los judíos? ¿O las mujeres?
¿Podría ser verdad todo esto? Por supuesto que sí. Todo dependía de quién creara el-sistema.
Los primeros seres superiores no fueron los hombres... y los hombres estuvieron de acuerdo. Después de todo, ¿no eran las mujeres quienes creaban la vida? Y, ¿no era la vida aquello que todos anhelaban más que nada? De modo que durante el periodo del matriarcado se consideró que las mujeres eran superiores.
De igual modo, la raza blanca no fue la primera y, por tanto, no fue la superior.
En realidad, no es superior actualmente.
Ni son superiores los hombres.
Ni los judíos.
Ni los cristianos.
Ni los musulmanes, los budistas o los hindúes; tampoco los demócratas ni los republicanos; ni los conservadores o los comunistas, ni ningún otro grupo.
La verdad que te hará libre, la que no puedes permitir que sea revelada porque hará libres a todos es: No existe la superioridad. Ustedes lo han inventado todo.
Han definido lo que es superior para ustedes, según su preferencia, deseo o entendimiento (que es realmente muy limitado). Han definido lo que creen que es mejor basándose en su perspectiva, sus objetivos y sus planes.
Sin embargo, algunos han declarado que se trata de Mis planes. Dios los llamó los Elegidos, o la Única Fe Verdadera, o el único camino hacia la salvación.
Todo esto nos regresa a la primera ilusión de que existe la necesidad.
Ustedes se imaginan que como Dios tiene necesidades, también tiene un plan.
Este primer error los llevó a lo que pudiera ser su último error. Por eso te digo: la idea de superioridad tal vez sea el último error que cometan.
Creen que son superiores a la naturaleza y tratan de someterla. Al hacerlo destruyen precisamente el hábitat que fue creado para protegerlos y para ser su paraíso.
Creen que son superiores unos a otros y tratan de someterse entre sí. Al hacerlo, destruyen precisamente la familia que fue creada para abrazarlos y darles su amor.
Su especie hace que sea muy difícil experimentar la Vida en su forma presente debido a la creencia en estas ilusiones. Como no usan estas ilusiones para su propósito original, convierten lo que se pretendía que fuera un bello sueño en una pesadilla.
Pero puedes arreglarlo en este preciso instante. Ve estas ilusiones como lo que son: realidades creadas con un propósito, y deja de vivirlas como si fueran reales.
En particular, deja de vivir la novena ilusión con tanta convicción. Más bien úsala para adquirir conciencia de que la superioridad no es real. No puede existir la superioridad si Todos Somos Uno. Una cosa no puede ser superior a sí misma.
Todas las cosas son Una y no existe nada más. "Todos Somos Uno" no es tan sólo una hermosa frase. Es la descripción exacta de la naturaleza de la Realidad Máxima. Cuando lo comprendas comenzarás a percibir la vida y tu trato con los demás será diferente. Verás la relación de todas las cosas de otra manera. Notarás la conexión en un nivel mucho más alto. Tu conciencia se ampliará, tu visión será más penetrante. Literalmente podrás ver el interior.
Al tener mayor capacidad para alcanzar los niveles más profundos de la vida podrás ver más allá de la ilusión y "conocer una vez más" o "re-conocer" tu realidad. Mediante este proceso podrás recordar Quién Eres Realmente.
Este cambio de conocer a reconocer puedes hacerlo despacio. Puedes emprender el viaje dando pasos pequeños. Con pasos pequeños se pueden conseguir grandes progresos. Recuérdalo siempre. Uno de estos pasos podría ser el poner fin al concepto de "mejor".
La idea de la superioridad es la idea más seductora que se ha infiltrado en la mente humana. Puede convertir en un instante el corazón en una piedra, cambiar el calor por el frío, el sí por el no.
Una sola oración pronunciada desde el púlpito, el atril o la tribuna, en los congresos nacionales y por los líderes de las cumbres mundiales, podría cambiarlo todo.
Nuestro camino no es el mejor, sino sólo uno más".
Esta humilde frase podría cerrar la brecha entre religiones y partidos políticos, y frenar los conflictos entre sus naciones.
Con una palabra podrían ponerle fin a todo eso.
"Namasté": El Dios que está en mí honra al Dios que está en ti. Qué sencillo. Qué bello. Qué maravilloso.
Sin embargo, cuando estamos atrapados en una ilusión, qué difícil es apreciar el Dios que está en cada uno de nosotros y en todo. Toda persona debería estar consciente de la ilusión, estar consciente de que es una ilusión.
No obstante, si no es una ilusión, sino la vida tal cual, cómo es que, justo cuando nos creemos superiores, nos comportamos de la manera más baja? ¿Por qué cuando nos consideramos mejores actuamos peor?
Era evidente que había un defecto en la novena ilusión. Esto les debía haber puesto de manifiesto que la idea de superioridad era falsa. Pero sabían, en un nivel muy profundo, que no podían abandonar la ilusión o algo muy importante llegaría a su fin.
Una vez más, tenían razón. Pero cometieron un error. En lugar de ver la ilusión como tal y usada para --d fin que pretendía, pensaron que debían corregir su defecto.
Con el fin de corregir el defecto de la novena ilusión crearon la décima.
La décima ilusión es: EXISTE LA IGNORANCIA
Comunión con Dios
Neal Donald Walsch
Mujer Poeta y Artista Plástica Argentina- Española ... Cuesta entenderse cuando el tener nos esclaviza y se está lleno de ataduras... Te falto coraje para romper con los miedos y mi libertad es obscena... Clama ante tanto convencionalismos y estructuras impuestas! Mané
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