Quedo
Justo allí, en el Instante
Génesis de todos mis sueños
Desplegando las diáfanas alas blancas
Juntando en remolino las doradas hojas
Que nos tocan… Nos rozan… Nos alcanzan…
Son mis finos y largos dedos
con mis anillos de oro y amatistas
en donde se enredan y siempre se cuelgan
los esclavos tallos vivos y muertos
Punzantes espinas me clavan
en la inocente mirada de las cálidas manos
Abiertas en flor, Al Amor
Quedo
Nombrándote
en perpetua silente plegaria,
En abanico real de luces
de la más suave tonalidad
En el coral de corales de angelicales voces
Orando al Creador
Mané Castro Videla
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