Quizás haya pocas cosas de mayor trascendencia que comprender. el sentido de la vida.
El sentido de la vida, el llamamiento de vivirla con intensidad, plenamente.
Y su sentimiento profundo... el sentido del amor.
El sentido del amor y sus gestos como fuente de motivación y entusiasmo.
El amor que no ayuda a sanar nuestras heridas y a recomponernos en el abrazo,
en el más pequeño gesto sentido.
El amor valiente, al que no le importa nada los prejuicios y que no discrimina
rompiendo toda barrera social.
El amor que con sus gestos nos conecta en cada instante de corazón y de mente
a otros espacios mágicos, desconocidos y nos arranca una sonrisa desde la
oscura amargura, nos atrae desde la mágica conexión sin tiempo ni espacio
ni distancias y el corazón se abre, el dolor se disipa y la esperanza aflora
en medio del reto vital diario, en esa actitud constante entre los obstáculos
y el miedo que nos paraliza y nos hace inseguros. Nos detienen y nos desesperan.
Entre dichas y fracasos vivimos y nos extinguimos.
Hay amor en esas pequeñas cosas que por ser obvias no valoramos
Es necesario esperar y empezar otra vez...
El cambio nos abre siempre caminos a nuevas posibilidades...
La adversidad siempre es una oportunidad para crecer...
Amanecer es estar vivo, es la fuerza de tener la esperanza
que nos ayuda a tener la posibilidad de cambiar
y enfrentarnos a la adversidad sin perder la ilusión como el aire.
Manè
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