domingo, 21 de agosto de 2011

La Torah

[ תּוֹרָה] es una palabra hebrea que deriva de la raíz י.ר.ה Y.R.H que significa "acometer", "dar un tiro" y que en Hif'il הורה Horáh significa "dirigir el tiro", de ahí que el significado de Toráh es la guía para dar en el blanco y de ahí, se ha entendido como enseñanza, instrucción, o como ley en el mundo occidental.
A decir verdad, se dice Toráh por un mandamiento, o en su sentido más amplio, para designar a la totalidad de la revelación y enseñanza divina al pueblo de Israel. Sin embargo en un sentido intermedio, se refiere únicamente al texto de los cinco primeros libros de la Biblia (que para los cristianos se llama Pentateuco).
En la bibliografía cristiana suele denominársela ley mosaica[2] [3] [4] [5] o ley de Moisés[3] [6] o ley escrita de Moisés.[7] (Los judíos lo llaman simplemente la ley.)


Estos libros son:

Génesis (Bereshit [בְּרֵאשִׁית]),

Éxodo (Shemot [שְׁמוֹת]),

Levítico (Vayikrá [וַיִּקְרָא]),

Números (Bemidbar [בְּמִדְבַּר]) y

Deuteronomio (Devarim [דְּבָרִים]).

El conjunto de estos cinco libros se conoce como Pentateuco (del griego πεντα, penta, ‘cinco’, y τευχος, teujós, ‘funda para libros’, haciendo referencia a las fundas en las que se conservaban los rollos de pergamino) o, en hebreo, Jamisháh Jumshéy Toráh [חֲמִשָּׁה חֻמְשֵׁי תּוֹרָה], ‘los cinco quintos de la Torá’ o simplemente Jumash [חֻמָּשׁ], ‘quinto’ como abreviatura.

Los judíos también utilizan la palabra Toráh para referirse a la Ley Oral, desarrollada a lo largo de los siglos y compilada en el siglo II por Yehudah Hanasí.

Contenido
Tradición judía sobre la Torá

1.1 Textos sagrados del judaísmo

2 Traducciones y versiones cristianas de la Torá

3 Niveles de interpretación

4 Análisis científico de la Torá

5 Uso ritual de la Torá

Tradición judía sobre la Torá

Un rollo de la Toráh abierto para un servicio litúrgico en una sinagoga.Según la tradición hebrea, los cinco libros del Pentateuco fueron escritos por Moisés, quien recibió la revelación directamente de Dios en el monte Sinaí, por lo cual se define como la "instrucción dada por Dios para su pueblo, a traves de Moisés". Aunque los autores rabínicos difieren en los detalles, la doctrina ortodoxa del judaísmo sostiene que la totalidad de la Torá proviene directamente de la inspiración divina, y que por lo tanto todos los detalles del texto —desde el léxico hasta la puntuación— son significativos. De acuerdo con esta doctrina, la escritura de los rollos que se utilizarán a efectos de culto está sujeta a normas sumamente estrictas; un escriba ritual, familiarizado con las prescripciones pertinentes, está a cargo de la tarea.

En varias partes de la Biblia se encuentran citas que indican que Moisés escribió la Torá, verbigracia: 2° de Crónicas 25:4, 1° de Reyes 2:3, Esdras 6:18, Juan 5:46-47, Hechos 15:21. Además de lo escrito en la Biblia, es probable que Moisés haya recibido lo que escribió en Génesis y parte de Éxodo, mediante la tradición oral de 6 eslabones: 1. Adán: Vivió hasta los 233 años de Matusalén y hasta los 51 años de Lamec; 2. Matusalén: Vivió hasta los 98 años de Sem; 3. Sem: Vivió hasta los 50 años de Jacob; 4. Jacob: Vivió hasta los 60 años de Leví y hasta aproximadamente los 18 ó 20 años de Cohat; 5. Leví: Vivió aproximadamente hasta los 77 años de Amram; 6. Amram: Padre de Moisés.[8]

Toda la doctrina religiosa del judaísmo se deriva, directa o indirectamente, de la Toráh. Las fuentes clásicas, sin embargo, ofrecen varias versiones acerca del texto. La hipótesis maximalista indica que la totalidad del texto de la Toráh es una transcripción directa, letra por letra, hecha por Moisés de la revelación divina recibida en el Sinaí; esto incluiría aún los fragmentos posteriores a Deuteronomio 32:50-52, que relata la muerte de Moisés, que le habría sido anunciada anticipadamente por Dios. Otras fuentes consideran que la revelación tuvo lugar gradualmente, y que si bien el texto es de origen divino, la redacción es humana. Finalmente, otros autores consideran que tras la muerte de Moisés, otros profetas divinamente inspirados completaron el texto.
 Textos sagrados del judaísmo
Si bien la Torá constituye el núcleo de la revelación divina, ésta contiene otros libros. Los judíos consideran de origen divino a los Nevi'im o libros de los profetas:

Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel

Los doce profetas menores:

Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías

Y los Ketuvim o libros de los escritos:

Libro de los Salmos,

Job,

Proverbios,

Ruth,

Cantar de los Cantares,

Eclesiastés,

Lamentaciones,

Ester,

Daniel,

Esdras y Nehemías y

Crónicas (I Crónicas y II Crónicas).

El conjunto de estos veinticuatro libros constituye el Tanaj,TaNa"J (un acrónimo de la iniciales en hebreo de cada una de las secciones: T, por Toráh, N, por Nevi'im y K por Ktuvim; la razón de la J en lugar de K, es porque ningún sustantivo en hebreo, termina en letras fuertes, (por eso se usa sin daguésh jazaq), el conjunto de las Sagradas Escrituras.

Además de éstas, el judaísmo ortodoxo sostiene que junto con los escritos el pueblo de Israel recibió la revelación oral, que se ha transmitido tradicionalmente. Es a partir de las indicaciones y aclaraciones de la tradición oral que deben interpretarse las ambigüedades y dificultades del texto bíblico.
 La ley oral se codificó y registró por primera vez en el siglo III, para evitar que se perdiese en la diáspora; el rabino Judá haNasí redactó el primer comentario conocido sobre la interpretación de la ley, conocido como Mishná, a partir de las enseñanzas de los tannaim, los estudiosos de la tradición oral.
A su vez, el contenido de la Mishná fue objeto de debate, discusión y comentario por parte de los estudiosos de las comunidades judías en Israel y Babilonia; el resultado de estas discusiones dio lugar a otros volúmenes de comentarios, llamados Guemará. Junto con la Mishná, estos volúmenes constituyen el Talmud, la recopilación de la tradición rabínica. Aun los judíos no ortodoxos siguen, en numerosos puntos importantes, las interpretaciones del texto bíblico vertidas en el Talmud; la única excepción la constituyen los caraítas, una secta clásica que se rige únicamente por el contenido literal de la Torá.


Traducciones y versiones cristianas de la Torá
Alrededor del siglo III a. C., el texto de Tanaj se tradujo al griego para el uso de las comunidades judías que residían en las colonias griegas del Mediterráneo. La versión resultante, conocida como la Septuaginta, contiene importantes variaciones y adiciones con respecto al texto canónico de la versión hebrea.
De acuerdo a la tradición crítica (ver infra), esto se debe a que la Septuaginta proviene de un canon textual distinto al que compilaron los masoretas para producir la versión hebrea.
Según la tradición rabínica, sin embargo, éstos son añadidos posteriores. A pesar de ser la versión de uso común en la iglesia de su día, y endosada por padres antiguos incluyendo Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón no utilizó la Septuaginta para redactar la Vulgata latina, el texto canónico de la religión católica, optando más bien utilizar el texto hebreo Masorético.

En las comunidades judías de Israel y Babilonia, el texto del Tanaj se tradujo al arameo, el idioma cotidiano de los israelitas, para propósitos de estudio y comentario.
Las versiones arameas de la Torá se conocen como targumim; el más conocido es el targum de Ónkelos el prosélito, escrito en la comunidad de Babilonia, aún utilizado para el estudio y la solución de cuestiones de etimología. Existe también un targum jerosolimitano (targum Ierushalmi), compilado en Israel.
Los targumim contienen numerosos comentarios y glosas además de la traducción del texto bíblico.

 Niveles de interpretación
A nivel religioso, dentro del judaismo, la Torá tiene cuatro niveles o maneras de ser interpretada, las cuales se llaman: Peshát, Rémez, Derásh y Sod. Con las iniciales de estas cuatro palabras se forma la palabra Pardés, literalmente, "huerto de árboles frutales" (el paraíso, para los cabalistas).[9]

1.Peshát: el nivel de interpretación que atiende al sentido literal del texto, tal como las palabras son entendidas en la vida diaria de la gente.[9]

2.Rémez: atiende al sentido alegórico del texto bíblico, las cuales hacen alusiones a cosas que las personas pueden comprender.[9]

3.Derásh: es el nivel de interpretación que atiende al sentido interpretativo de la escritura sagrada, de la cual se derivan las reglamentaciones y leyes de la tradición judía. Para conseguir este objetivo, se utilizan métodos como por ejemplo las referencias, las comparaciones entre palabras y versículos bíblicos, e incluso las analogías.[9]

4.Sod: es el método místico de interpretación, del cual deriva la cábala, y que busca un sentido oculto en el texto sagrado, el cual sólo podría encontrarse con el estudio de los textos originales en sus lenguas originales.[9]

 Análisis científico de la Torá
La estimación científica del origen histórico de la Toráh es aún muy discutida. Sin embargo, resulta difícil sostener la versión bíblica de la redacción mosaica (que debería corresponder al siglo XIV a. C.), dadas las características del idioma utilizado, de los temas tratados y de las situaciones históricas que se ven reflejadas en el escrito. Según los cálculos contemporáneos, los fragmentos escritos más antiguos del texto se remontarían al siglo VII a. C.
La teoría que ha gozado de más popularidad sobre el origen de la Toráh es la llamada hipótesis documentaria. Sostiene que el texto actual es el resultado de una compilación, realizada en Israel alrededor de la época de Esdrás el escriba, de no menos de cuatro fuentes distintas, cada una de las cuales relataba la historia completa de Israel.

Dos de las fuentes (el texto yavista y el eloísta) provendrían de la época de la división del legado salomónico en los reinos de Judá e Israel; otra, el texto sacerdotal, correspondería a una primera compilación realizada por los escribas del rey Ezequías.

Finalmente, el Deuteronomio y otros fragmentos habrían sido redactados por los escribas del rey Josías y por la escuela que siguió sus puntos de vista teológicos durante el exilio y después de éste. Tras el regreso de Babilonia, las diferentes tradiciones habrían sido homogeneizadas y recopiladas por los sacerdotes.

La hipótesis documentaria se apoya en los rasgos idiomáticos distintivos de los diversos fragmentos (en particular el nombre utilizado para mencionar al Dios Yahveh en el libro del Génesis, distinción que desaparece a partir del libro del Éxodo), en las repeticiones y contradicciones del texto, en otras variaciones conceptuales y en las relaciones con los mitos de otras religiones contemporáneas para establecer esta división.

En una u otra forma, esta teoría goza de una aceptación casi universal entre los estudiosos laicos y muchos cristianos. Aunque siempre ha generado discusión, al punto de ser rechazada por algunos estudiosos, que proponen otras hipótesis para explicar la formación tardía del Pentateuco.
Dentro del judaísmo ortodoxo, la hipótesis documentaria es considerada errónea y herética.
Por su parte, los Musulmanes, basados en lo que dice el Corán, están de acuerdo en que la Tora fue revelada directamente por Dios a Moisés; sin embargo, el Corán afirma que la Tora original fue modificada, adulterada, con el paso del tiempo.
 De este modo, para los Musulmanes la hipótesis documentaria es la confirmación científica de lo que relata el Corán

Uso ritual de la Torá
Las lecturas de la Torá son una parte importante de la mayoría de las ceremonias religiosas del judaísmo.
En la sinagoga, los rollos en los que están escritos estos libros son custodiados respetuosamente en el interior de un compartimiento especial, orientado hacia Jerusalén, llamado Arón haKodesh (literalmente ‘Cofre Sagrado’, aunque no sea sagrado en sí, sino por lo que contiene).
En presencia de un rollo de la Torá, los judíos varones deben llevar la cabeza cubierta.
Los rollos de la Torá son sacados para su lectura. La lectura pública de la Torá sigue una entonación y dicción, prescritas ritualmente, sumamente complejas; por ello, es normalmente un cantor o jazán profesional quien la lleva a cabo, si bien todos los varones judíos mayores de edad tienen derecho a hacerlo. Una vez leído, el rollo vuelve a guardarse reverentemente.
La lectura semanal de la Torá se denomina parashá hashavua –sección de la semana– o sidra, y la misma abarca a todo el Pentateuco subdividido en tantas semanas como tiene el año judío. Todos los integrantes del Pueblo de Israel estudian en la misma semana la misma sección, lo cual debe generar un clima de unión y afecto entre los que siguen la religión judía.

El texto está disponible bajo la Licencia CrLa Torah, también conocida como La Ley de Moisés, es el documento más importante de la religión judía, el cual está escrito en hebreo. La Torah está compuesta por los cinco primeros libros de la Biblia (pentateuco): Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio.
Estos libros contienen los 613 mandamientos de los judíos, así como la historia de los inicios de esta religión. De acuerdo con la visión judía, las historias relatadas en este documento, están en un orden conceptual más allá que cronológico.

De acuerdo con la visión judía los contenidos de la Torah fueron revelados por Dios a Moisés en el monte Sinaí alrededor del año 1280 a.c. Según los historiadores, esta fue escrita entre los siglos V a.c. y II a.c. Existen varias interpretaciones por parte de los judíos acerca del momento en que fue revelado el libro sagrado.
 La visión más radical, cree que la Torah fue revelada textualmente a Moisés palabra por palabra.
La visión clásica en tanto, sostiene que fue revelada por Dios al patriarca a lo largo de toda su vida.
Otra visión sostiene que fue escrita por Moisés, y que posteriormente fue continuada por Josué, quien fuera el lugarteniente de Moisés. A pesar de todas estas interpretaciones, existe la coincidencia en la gente de religión Judía en que la Torah es de origen divino.
Es interesante también exponer la visión cabalística, la cual sostiene que esta obra constituye un nombre largo de Dios, y que fue descompuesta en palabras, de manera que los hombres pudieran entenderlo.
El Génesis, el primer libro de la Torah, relata el inicio de la creación del mundo por Dios, pasando por la historia de Abraham, hasta cuando los israelitas se establecen Egipto.
El Éxodo, el segundo libro, relata la salida del pueblo judío de las tierras del faraón, el pacto de Dios con el pueblo de Israel, y las tablas de la Ley.
Posteriormente el Levítico relata los detalles de los rituales, de la adoración a Dios, y otras leyes que deben cumplir los judíos.
 El libro de los Números, constituye un relato histórico en donde se cuenta la cantidad de israelitas presentes, la ida desde el monte Sinaí hasta el Moab, y las transacciones hechas en las planicies del Moab antes de cruzar el río Jordán.
Finalmente el Deuteronomio relata tres discursos que fueron revelados por Dios a Moisés antes de su muerte, cuando aún los israelitas no se habían establecido en la tierra prometida.
El primero de estos discursos, enfatiza el sentido de la obediencia a Dios.
El segundo, apunta a la manera en que deben comportarse los judíos en Canaan, la tierra prometida.
En el tercero, se relata la fe que debe tener el pueblo con Dios, para en la posteridad poder ser recompensados con las bendiciones.
La forma en que está escrita la Torah, es en rollos de papel. Precisamente por esta forma de escritura, su contenido ha llegado a nuestros días de forma íntegra. La razón de este cuidado en conservar la originalidad, es por la creencia de que cada palabra contenida tiene un origen divino. También es frecuente encontrar los contenidos de la Torah en libros para uso individual, los que contienen tanto el texto original en hebreo, como su traducción a la lengua nativa del lector (español, inglés, francés, etc.). Pese a lo anterior, la Torah en rollos (Sefer Torah), es la realmente sagrada para la comunidad judía. Ésta se guarda en el arca, el lugar más sagrado de la sinagoga



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