Son tantas pero tantas las cosas que nos atraviesa que es imposible
no reaccionar ante tanta amargura y decepción, reflexionar y ponerse a escribir,
a decir las cosas como son...
Sin importar en lo más mínimo lo que puede suceder...
Porque todo lo que suceda es para bien... cuando se eligió ser parte del bien
y jamás parte del mal.
Ante tanta la falta de respeto, compromiso, responsabilidad, infamia y de justicia injusta
resulta incómodo mantenerse indemne ante las vilezas de otros.
Jamás me prestaré a la conformidad, a la opresión de un régimen,
a obedecer a un funcionario u otro y andar por la vida como un reo.
No permito ninguna opresión y soy enemiga acérrima de los prejuicios.
Vivo libre de todas ataduras y acorde a mis ideas.
Quizás mi decir no sea novedad para muchos ya que soy y pertenezco,
como muchos, a esa clase de ciudadano de palabra, de honor...
que no teme al decir ni al escribir su pensamiento,
denunciando en todos los ámbitos que están al alcance
y en la web de los diarios zonales de Argentina
y en el exterior sin temblar ni el puño ni la letra, como lo hago.
Nada tengo que ocultar, absolutamente nada y menos, avergonzarme...
No traiciono ni soy ninguna infame.
Me han arrebatado muchas pertenencias personales,
han robado y hurtado en mi propia casa,
han mentido y difamado en mi propia cara
y han pretendido difamarme...
A pesar de ello, jamás han logrado que mi autoestima tambalee
a partir de los que otros digan o crean,...
Soy consciente, me amo porque he sido y soy transparente
con principios y valores de vida, respeto y libertad...
Soy y he sido desde mi uso de razón, absolutamente responsable
de mis dichos y acciones y, a nadie le debo absolutamente nada...
Me hice y me hago cargo absolutamente de mi existencia
por lo tanto, todas las denuncias que he realizado las ratifico hasta la muerte...
No soy una cosa, no soy un burdo materialismo del objeto,
no soy tú, soy yo.
Y... No ha nacido quien me amedrante... Mané Castro Videla
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