miércoles, 27 de julio de 2011

Vivir una epifanía













Pequeñas cosas son esas y no otras
que flotan como claveles del aire
Y en pétalos de aromas prendidos
bordando los más bellos y perfumados jazmines
en los dobleces del escote

Perfumada piel de azahares, mirra y almizclé
Sola, paso a paso…

Despacito en el húmedo camino ando contando
entre las penumbras las grietas de la piedra
y en cada uno de todos los huecos del piso
Y en la claridad diáfana de los cristales
me encuentro y veo todas las imágenes
arropando sueños de colores
enhebrando risas de mis príncipes
entre los más cálidos abrazos hermanados de amigos
Son mis lágrimas recorriendo agotadas sin cesar
en las largas y arqueadas pestañas de rimmel
de mis grandes ojos negros que te nombran sin voz
y te dicen simplemente gracias

Misteriosa memoria anida la mirada
junto al más ínfimo de los detalles
y en finas cerdas y coloridas pinceladas
es donde siempre me descubro,
Plasmando las historias
perpetuamente fiel testigo que nos nombra
Y en cada uno de los dedos de mis manos,
Los anillos de amatista rasgando
los velos de una realidad vivida y sentida
lacrados entre los claros oscuros
que evoca silencioso el espejo de mi alma
Sempiterno collar de piedras y brillantes
orando a los cielos en eterna e inmaculada plegaria
en inmortal comunión silenciosa



Desnuda desnudez de Mujer
en voz de luna danzando
y en estrellado perpetuo fluir
en el silencio de la mente,
en el silencio del corazón,
en el silencio de la palabra
Estoy…me siento… mía!

Destellos de luz y de gozo
en los inmortales cantos
Preludios de cítara
Ángeles y demonios
Suaves y melodiosas melodías
nacidas en frutos de esperanzas
Música divina en nácar de voces
El alma brota por todos los poros
derramando todos los momentos
en hálito de sonrisas
vistiéndome la arenosa piel
arrastrando lastres del pasado
en la pausada y constante
cepillada de plata,
de todos los amaneceres y las noches
en mi extenso y largo pelo
Abrigando
agujeradas lágrimas profundas redimidas
de la más temible tempestad y oscuridad
de todos los tiempos del reino de los mares
Frágil hilo de mi existencia creciendo en oleadas
Tormentoso dolor naufraga en el centro de los senos
Perennes momentos desconsoladamente tristes y
llenos de miedo iluminan el agotado andar
del interminable y desolador camino invernal

Y en libertad absoluta; la mirada
Fija sus alas en la más alta cumbre
redoblando alientos e inspirando brisas
Suaves brisas de aire más puro
Brotan flores de paz en el rostro
y en cada una de las blancas manos
Y en el afligido corazón
calma su sed en la fuente
Bendecido amor besándome
Es mi madre, es su sangre gitana,
Somos gitanas inseparables
en perpetua danza del vientre
y en mis inocentes ojos de niña
que te abrazan y no te sueltan nunca

Instantes…
tan sólo instantes
y todos los tiempos de mis des-tiempos
Naturaleza resplandeciente que nunca termina



Hoy, te arrancó de mi pluma
como puedo, como al dolor interminable
que me aferró al pasado…
Para ganar el amanecer
y sentir el fresco rocío del mañana
de los encendidos fuegos perpetuos
de la apacible mirada diaria
posándose entre bellas y multicolores mariposas
de olorosos rosales y glicinas
de mi amado y celestial jardín
Arrolladora fuerza, aire que respiro…
Noches plateadas descubriéndome despierta
comulgando la intimidad de la soledad
de cada una de nuestros dibujados bordes
Rozándonos y tocándonos
Abrazándonos en sencilla oración
Hambre, sed y cansancio
Desprendidos mensajes caen
entre los pliegues de las sombras
de los fotones de luz
y en las riberas de sabanas
Palpitante sentir arrastra el viento
en la sequedad de todas las moradas
Jadeante desnudez de cuerpos entrelazados
Sudoroso sudor y ardientes deseos
Azuladas caricias envolviendo pasiones
Y en las últimas gotas guardadas
Fundiéndose lentamente
en cada una de las almohadas
Alas de esperanzas elevando amaneceres
Despliegan todos mis sueños a la hora exacta
y precisa de cada letra y en cada palabra
En este decir-se diciendo a media voz inconfesable
y falto de palabras de este sentir sintiendo
En abanico de emociones y sensaciones
que me aprisiona el alma y el cuerpo
deposito los más bellos secretos de mi corazón
mientras abro el cofre sagrado de mi silencio



Vibrando quedo, gozosa al son del sencillo acorde
Y en la gloria perpetua y majestuosa
de la profundidad más honda del océano
del Espíritu del Amor




Mané Castro Videla




















2 comentarios:

Norma dijo...

Mané, corazoncito.
Mis profundos deseos de una recuperación plena. Precioso tu poema. Precioso tu blog. Aunque no podía ser menos proveniendo de vos. Mi abrazo, Norma.

Lilian B. Epstein Gel dijo...

Profundo, sensible, emocionante.
Mané querida, un delite leerte y...me has hecho lagrimear.
Cuidate
Tqm
Besos y sonrisas muy azules
Lilian

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