Decepcionada,
en tela de juicio
y maltratada,
bloquea las puertas
para las palabras inseguras
Y, también
las ventanas
para que no toquen
más allá de las lágrimas.
Segura,
de sí misma
de saber quién es,
se arreglo
y, al mirarse
vio el reflejo
de su cuerpo,
su cuidado
y la palabra divina
la que trae paz
en medio de la guerra
y, que resuelve
las cosas más difíciles.
La que la llevará
a la gloria
donde no se necesita
más a nadie.
Ni los cielos,
ni la tierra
y solamente basta
la voz de Dios
@Mané
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